Su nombreEl nombre “Matlatzinca” tiene su origen en el Náhuatl: “El nombre Matlatzincatl tómose del Matlatl, que es la red con la cual desgranaban el maíz y hacían otras cosas los que llamaban matlatzincas … por otra interpretación quiere decir honderos y fondibularios porque usaban mucho de traer las hondas…”1
Los mexicas también los llamaban “Quatlatl” cuando se trataba de una persona y el singular quaquata ya que “siempre traían su cabeza ceñida con la honda...”2 La honda estaba tejida con fibra de maguey, en forma de red y era usada para cazar o atacar a los enemigos.
A un grupo de Matlatzincas asentado en la población de Charo, en el hoy Estado de Michoacán, se les denominó “Pirindas” que en tarasco significa “los de en medio”.
Teoría de sus orígenesCinco son las fuentes documentales que incluyen a los matlatzincas en la peregrinación Mexica: “Partieron de Colhuacan, de Chicomostoc, de Quinehuayan, de allá salieron nuestros antepasados”3 fueron guiados por Tecpa.
La “tira de la peregrinación” no contempla en el principio de la migración a los Mexica. Orozco y Berra considera que estos se les unieron en Colhuacan, como grupo aparte.
De acuerdo al Códice Azcatitlán, los grupos que salieron de este lugar fueron: “Matlatzincas Tepanecas, Chichimecas, Malinalcas, Cuitlahuacas, Xochimilcas, Chalcas y Huexotzincas”. 4
En el Códice Mendocino y en los Anales de Cuautitlán, se mencionan a los mismos grupos, en diferente orden.
No se cuenta con datos fidedignos de cuando se asentaron los Matlatzincas en el Valle de Toluca, ya que hay vestigios de otros grupos, que mucho antes poblaron el lugar: “…se coincide en que la población nahua en el Valle de Toluca, antes de la conquista de Axayacatl, se atribuye a grupos que participaron, separándose después de la última peregrinación mexica”5.
Horacio Zúñiga en “El Estado de México, desde la prehistoria hasta la conquista”, nos dice: “…no podemos menos que concluir que cuando se establecieron en el Valle de Toluca los Matlatzincas (en 1120) hacía muchos siglos que en el mismo lugar habían vivido otros pueblos…”6
Determinante para el pueblo Matlatzinca, fue la conquista que Axayácatl, sexto señor de Tenochtitlán, realizó en 1473. Sometió a Xiquipilco, Tolocan, Tzinacantépec, Tlacotépec, Calimaya, Teotenango, Tenantzinco, Xochiu, Quauhximalpa, Xalatlauco, Quapanouaya, Teouyácac, Tepeyácac, Tecalco, Cuezcómatl, Yácac, Matlatlan, Oztoctícpac.7
ReligiónEl Dios principal de los Matlatzincas de Toluca, fue Coltzin o Tolotzin, deidad agrícola. “Son varias las deidades veneradas en el área, sin precisar si existió entre ellas una clara jerarquía, siendo lo más probable que la importancia de cada dios fuera regional. Mixcoatl como tal, con su nombre nahua y sus atribuciones aparece entre las deidades matlatzincas…”8
Se supone que a este dios dedicaban este ritual:
“También les llamaban del nombre de red por otra razón, que es la más principal, porque cuando a su ídolo le sacrificaban alguna persona por sacrificio la echaban a una red, y alí le retorcían y estrujaban con la dicha red hasta que le hacían echar los intestinos… y derramaban la sangre delante de su ídolo” 9
En la Relación de Temascaltepec se encuentra el dios Quequex, que era titular de esa región.
En Chalma se veneraba a Oztocteotl, Dios de la Cueva.
En la conquista de Axayacatl, Coltzin o Tolotzin dios local, fue llevado a Tenochtitlán, costumbre de los Mexicas, para simbolizar el sometimiento de los pueblos conquistados y tributarios del imperio.
Los principales centros ceremoniales fueron:Calixtlahuaca, que representó dentro del Valle de Toluca, antes de la conquista de Axayácatl el centro ceremonial de mayor importancia para los Matlatzincas, cuyos templos fueron custodiados permanentemente por jóvenes y sacerdotes.10
Teotenango. Ciudad amurallada, estratégicamente ubicada en lo alto del cerro, cumplía las funciones de centro religioso y de defensa.
Malinalco aunque, a la llegada de los españoles se encontraron con la obra iniciada entre 1487 y 1490 por Ahuizotl y continuada, pero sin concluirla por Moctezuma II, se considera que fue construida sobre restos de un centro ceremonial matlatzinca como lo anota Barlow: “Malinalco is attributed to the matlatzincas”11
Otra característica religiosa es el culto a los cerros o montes, principalmente al Xinantécatl: “Monte alto que tiene encima dos fuentes, que por ninguna parte corren, y el agua es clarísima y ninguna cosa se cría en ella porque es frigidísima.”12
En las lagunas del Sol y de la Luna se han encontrado numerosas ofrendas de copal, vasijas de cerámica, pequeñas caras humanas que representan al Dios Tláloc y trozos de madera en zigzag con restos de pintura azul. Otros montes con características de culto local son Santa Cruz Tepexpan, Santa Cruz Ixcateopan y Santa Cruz Ayotuchco.
La sociedadLa organización social fue similar a la azteca, con una nobleza dedicada al culto y al gobierno y los mazehuales y mayeques, el pueblo trabajador.
El territorio probablemente y sobre todo después de la intervención de Axayácatl, se dividía en barrios o calpules que era dirigido por un principal.
Durante el dominio mexica, “no se conocieron más señores que los reyes de México, a quienes habían quedado sujetos”13
En lo relativo a la tenencia de la tierra:“Los Macehuales de estos pueblos o Calpules, cada uno hacía su sementera para sí en la parte que querían, donde hallaban mejor tierra o disposición para ello y se sembraba (el macehual), el principal o gobernador rogaba a los demás del barrio que le librasen e hiciesen su sementera como a necesitado, y así se hacía”.14
Los Mazehuales cultivaban las parcelas de los gobernantes y principales, como parte del tributo. Para las labores agrícolas, se practicaba el sistema de ayuda mutua entre parientes y miembros del mismo pueblo o barrio.
Los principales productos nos lo reseñan así “En la tierra de los quaquatas solamente se da el maíz y frijoles y unas semillas que son de mantenimiento que se llama Nautli:…”15 aunque, claro, existían muchos de los productos que aún se cultivan en la región.
En hallazgos arqueológicos del territorio Matlatzinca se han encontrado muchos objetos que no corresponden a materias primas originarias, sino que seguramente deben su presencia en este lugar al intercambio comercial que mantuvieron con otros pueblos.
Sal, metales como cobre, plata, oro, cerámica y muchos comestibles eran productos de uso cotidiano traídos de lejanas tierras. Los comerciantes no tuvieron la importancia social y económica que lograron en la sociedad Mexica.
Su habitaciónNo se ha localizado un tipo de casa habitación, ni los materiales con que fueron construidas. Se cree que el patrón de planta de la habitación matlatzinca, fue rectangular, existiendo también la planta redonda. De acuerdo con la información disponible, las cuevas no eran usadas como habitación, sino como adoratorios.
El temascal, baño prehispánico, fue muy utilizado en el pueblo otomí y debido a la vecindad y convivencia con los matlatzincas es probable que también fuera una costumbre entre estos.
Como en el resto de los pueblos mesoamericanos, los matlatzincas acudían a rituales ejecutados por brujos o curanderos para solucionar sus problemas de salud.
Entre otras yerbas utilizaban: quenenepilli, xoxotlatzin, quapopoltzin, huautli, suchipatl, iztafiatl, cañafístola, en emplastas, infusiones y otras formas de aplicación ”…que las heridas que los indios se dan se curan con una penca de maguey, que las calientan, y el zumo que de ella sale lo hechan y con ello sanan”.16
Ritual funerario
Como en otros grupos prehispánicos en los entierros matlatzincas, las ofrendas consistían en objeto en miniatura, huesos y objetos de cerámica, cuentas y otros objetos de uso relacionados directamente con el muerto.
Zona MatlatzincaUn amplio territorio del actual Estado de México, fue ocupado por este grupo humano. Por el sur su influencia llegó hasta algunas poblaciones del Estado de Guerrero, por el norte con Ixtlahuaca que era el grupo otomí y luego mazahua; al oriente con el Río Lerma que en la época colonial fue conocido como matalcingo. Por el oeste su límite eran los poblados del imperio tarasco del actual Estado de Michoacán, con quienes tuvieron buenas relaciones, ocupando un grupo de Matlatzincas el poblado de Charo, cercano a la ciudad de Morelia.
Esta región por su riqueza de recursos, por la fertilidad de su tierra, fue considerada el granero del centro del país, ya que en la época prehispánica fue tributaria importantísima para México-Tenochtitilán y durante la colonia, de la capital de la Nueva España.
A partir de la conquista española la vida de los matlatzincas, como la de los otros pueblos, cambió dramáticamente.
El presente trabajo se realizó tomando como base el importante estudio que realizó Noemí Quezada y publicado por el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Autónoma de México.
Con el ánimo de divulgar entre los toluqueños, los orígenes de la ciudad, presentamos este trabajo como vía para la construcción de nuestra identidad y para procurar en las nuevas generaciones el conocimiento y valoración de la historia de Toluca.
Notas Fray Bernardino de Sahagún. Historia general de las cosas de la Nueva España. México. Editorial Porrua. 1956. Vol. III
Sahagún. Op. Cit. Vol. III p. 127
Anales de Tlatelolco. Notas de Henrich Berlin. México. Antígua Librería Robledo. 1948. p.31
Códice de Azcatitlán. Publicado por Roberto Barlow. Paris. Societé Américanistes. 1949. Atlas: law III
Nohemí Quezada Los Matlatzincas, Época Prehispánica y Época Colonial hasta 1650. Instituto de Investigaciones Antropológicas UNAM. 1996. p.40
Zúñiga Horacio, El Estado de México desde la Prehistoria hasta la Conquista. Toluca. 1933. 215 pp.
Anales de Tlatelolco. P. 17
Noemí Quezada “Los Matlatzincas…”. Pág.60
Sahagún. Op. Cit. Vol. III. Pp. 127-128
A.G.N. Hospital de Jesús s/f leg. 70. exp.4, Cuad. 3°F.22. citado por Nohemí Quezada “Los Matlatzincas…”.
Roberto Barlow. Apuntes para la historia antigua de Guerrero. El oxodente de México. México. S.M.A. 1948 p.182.
Sahún. Op. Cit. Vol. III, p. 298
Relaciónn de Temazcaltepec. P.21
Zorita, Alfonso de. Breve y sumaria relación de los señores de la Nueva España. México. Universidad Autónoma de México. 1963. 205pp.
Sahún. Op. Cit. Vol. III, p. 127
Relación de Teotenango. P. 6